martes, 11 de enero de 2011

Querido Gaspar...


Aquí estoy otra vez después de tantos años, espero que no estés enfadado conmigo y entiendas que poco a poco me hago mayor y por eso no te mando más cartas, pero quiero que sepas que aunque no te escriba pidiéndote lo que quiero que me traigas, todos los años pienso en vosotros y en especial en ti, que tantos años me hiciste tan feliz.
todo esto ocurrió cuando un miserable compañero de clase me dijo que los reyes no existían, yo no le hice ni caso, incluso le tomé por tonto pero no pude evitar el preguntárselo a papá y mamá cuando llegue a casa decepcionado. ellos por más que intentaron disimular no lo lograron y me explicaron que vuestros maravillosos camellos se hicieron mayores y no os pudieron ayudar a repartir los regalos para nunca jamás... por lo que no volveríais. por una parte me siento muy afortunado porque durante diez años he podido disfrutar de vosotros, no como otros niños que han nacido hace poco y estarán engañados toda su vida, pero por otro me da un poco de pena y os echo de menos.
Esta carta , que me imagino que tanto te extrañará, no es para pedirte nada en especial porque ya me he enterado de la jubilación de vuestros camellos, por cierto una pena, si no para que supieras el porque de mi abandono de escribiros cartas. lo único que me gustaría pediros es que el mejor regalo que me podríais hacer es que volvierais a mi casa alguna noche del 5 de enero, si no es así me veré obligado a coger un autobús hasta oriente para veros.
Sin nada más que contarte y quedandome tranquilo de saber que sabes el porque de la ausencia de mis cartas, me despido hasta pronto.
un grandisimo abrazo a todos y dale ánimos y saludos a los pobres camellos.
¡¡¡Hasta prontoo!!!

1 comentario: